Apresados

13.10.17



Atrapados en un cuerpo y un destino, nuestra libertad se reduce a una mínima expresión de comportamiento, exigua sí, pero no menos reveladora: dignificar la vida. Tarea que conlleva oponer a una desilusión derrotista, un pesimismo vital tan desgarrador como afectivo.



2 apostillas:

Juan Poz dijo...

Me temo que en esa batalla final, ambos contendientes se retroalimentan...

Beauséant dijo...

Es una actitud peligrosa, tan hueco puedo estar el entusiasmo fútil como el pesimismo ante cada paso que damos... Nunca me fiaré de una persona que parezca siempre feliz.